10 de mayo de 2010

ENFERMEDADES

14:42

Enfermedad infecciosa

SIDA:

El síndrome de inmunodeficiencia adquirida, más referido por su acrónimo SIDA o sida, es una enfermedad que afecta a los humanos infectados por el VIH. Se dice que una persona padece de sida cuando su organismo, debido a la inmunodeficiencia provocada por el VIH, no es capaz de ofrecer una respuesta inmune adecuada contra las infecciones que aquejan a los seres humanos.

Cabe destacar la diferencia entre estar infectado por el VIH y padecer de sida. Una persona infectada por el VIH es seropositiva y pasa a desarrollar un cuadro de sida cuando su nivel de linfocitos T CD4, células que ataca el virus, desciende por debajo de 200 células por mililitro de sangre.

El VIH se transmite a través de los siguientes fluidos corporales: sangre, semen, secreciones vaginales y leche materna.

Principales síntomas:

• Linfas hinchadas normalmente es uno de los primeros signos de la infección del VIH.
• Pérdida de peso
• Fiebre
• Tos y dificultades para respirar

• Diarrea crónica
• Persistencia de manchas blancas o lesiones inusuales en la lengua o en la boca
• Dolor de cabeza
• Visión distorsionada y borrosa

• Fatiga persistente e inexplicable

• Sudor nocturno
• Escalofríos o fiebre con temperaturas rondando los 38-40 grados C durante varias semanas.

Tratamiento:

Actualmente existen medicamentos, llamados antirretrovirales, que inhiben enzimas esenciales, la transcriptasa reversa, retrotranscriptasa o la proteasa, con lo que reducen la replicación del VIH. De esta manera se frena el progreso de la enfermedad y la aparición de infecciones oportunistas, así que aunque el sida no puede propiamente curarse, sí puede convertirse con el uso continuado de esos fármacos en una enfermedad crónica compatible con una vida larga y casi normal. La enzima del VIH, la retrotranscriptasa, es una enzima que convierte el ARN a ADN, por lo que se ha convertido en una de las principales dianas en los tratamientos antirretrovirales.

En el año 2007 la Agencia Europea del Medicamento autoriza el fármaco Atripla que combina tres de los antirretrovirales más usuales en una única pastilla. Los principios activos son el efavirenz, la emtricitabina y el disoproxilo de tenofovir. El medicamento está indicado para el tratamiento del virus-1 en adultos.

El común denominador de los tratamientos aplicados en la actualidad es la combinación de distintas drogas antiretrovilares, comúnmente llamada "cóctel". Estos "cócteles" reemplazaron a las terapias tradicionales de una sola droga que sólo se mantienen en el caso de las embarazadas VIH positivas. Las diferentes drogas tienden a impedir la multiplicación del virus y, hacen más lento el proceso de deterioro del sistema inmunitario. El "cóctel" se compone de dos drogas inhibidoras de la transcriptasa reversa (las drogas) AZT, DDI, DDC, 3TC y D4T) y un inhibidor de otras enzimas las proteasas.

Al inhibir diferentes enzimas, las drogas intervienen en diferentes momentos del proceso de multiplicación del virus, impidiendo que dicho proceso llegue a término. La ventaja de la combinación reside, justamente, en que no se ataca al virus en un solo lugar, sino que se le dan "simultáneos y diferentes golpes". Los inhibidores de la transcriptasa inversa introducen una información genética equivocada" o "incompleta" que hace imposible la multiplicación del virus y determina su muerte Los inhibidores de las proteasas actúan en las células ya infectadas impidiendo el «ensamblaje» de las proteínas necesarias para la formación de nuevas partículas virales.

Estadísticas sobre el SIDA:

Las nuevas estadísticas demuestran que, en los países africanos, las mujeres más jóvenes son las que corren el mayor peligro de contraer el virus del SIDA, debido a razones tanto sociales como psicológicas. En Kenia, por ejemplo, el 24% de las mujeres entre 15 y 24 años están infectadas, frente al 4% de los hombres de su misma edad. La coacción sexual es una de las principales razones para que se den estas cifras.

A nivel internacional, las mujeres representan menos de la mitad de los casos de VIH/SIDA. Pero no es el caso de África. En el África subsahariana, el 55% de los 23,3 millones de personas que viven con el VIH eran mujeres en 1999, según un informe de UNAIDS. Las chicas jóvenes son especialmente vulnerables a la epidemia y estudios epidemiológicos demuestran que entre un 17 y un 22% de las chicas entre 15 y 19 años están infectadas, en comparación al 3-7% de los chicos de su misma edad.

Enfermedad no infecciosa

ALZHEIMER:

La enfermedad de Alzheimer (EA), también denominada mal de Alzheimer, o demencia senil de tipo Alzheimer que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales. Se caracteriza en su forma típica por una pérdida progresiva de la memoria y de otras capacidades mentales, a medida que las células nerviosas mueren y diferentes zonas del cerebro se atrofian. La enfermedad suele tener una duración media aproximada después del diagnóstico de 10 años, aunque esto puede variar en proporción directa con la severidad de la enfermedad al momento del diagnóstico.

Principales síntomas y etapas del alzheimer:

Etapa 1 (leve): Temprano en la enfermedad, las personas con Alzheimer tienden a ser menos enérgicas y espontáneas. Muestran pérdida mínima de la memoria y cambios de humor, y son lentos para aprender y reaccionar. Ellos se hacen aislados, evitan la gente y nuevos lugares y prefieren lo familiar. Los individuos se confunden, tienen dificultades para la organización y planificación, se pierden fácilmente y ejercen un pobre juicio. Ellos pueden tener dificultad para realizar las tareas de rutina, y tienen dificultad para comunicarse y comprender material escrito. Si la persona está empleada, la pérdida de memoria puede comenzar a afectar el rendimiento en el trabajo. Ellos pueden convertirse en personas enojadas y frustradas.

Etapa 2 (moderada): En esta etapa, la persona con la enfermedad de Alzheimer es claramente convirtiéndose en discapacitada. Los individuos pueden todavía realizar tareas simples independientemente, pero pueden necesitar la ayuda con actividades más complicadas. Ellos olvidan los acontecimientos recientes y su historia personal, y cada vez son más desorientados y desconectados de la realidad. Memorias de un pasado lejano puede ser confusas con el presente, y afectan la capacidad de la persona para comprender la situación actual, fecha y hora. Ellos pueden tener problemas para reconocer personas familiares. Aumentan los problemas del habla y comprensión, la lectura y la escritura son más difíciles, y el individuo puede inventar palabras. Ellos ya no pueden estar seguros solos y pueden deambular. Mientras los pacientes de la enfermedad de Alzheimer se hacen más conscientes de esta pérdida de control, se pueden hacer depresivos, irritables e inquietos o apáticos y aislados. Ellos pueden experimentar trastornos del sueño y tienen más dificultad para comer, vestirse y asearse.

Etapa 3 (grave): Durante esta fase final, la gente puede perder la capacidad para alimentarse a sí misma, hablar, reconocer personas y el control de las funciones corporales. Su memoria se agrava y puede llegar a ser casi inexistente. La atención constante es típicamente necesaria. En un estado físico debilitado, el paciente puede llegar a ser vulnerable a otras enfermedades y problemas respiratorios, sobre todo cuando tiene que estar confinado a la cama.

Estadísticas sobre el alzheimer:

Se estima que en 2006 en España existían 4.000 afectados en edad presenil (antes de los 65) y 300.000 ancianos afectados por la enfermedad. El incremento de población en nuestro país, con un especial aumento de la población anciana, explica que en los próximos años la enfermedad vaya a ver incrementado el número de total de afectados. No es de extrañar que el Alzheimer se encuentre tan extendido, pues hablamos de la primera causa de demencia en la población anciana (lo es hasta en el 70% de los casos), estimándose que hace dos años afectaba a cerca de 25 millones de personas en todo el mundo, cifra que con toda seguridad ha ido en aumento. En Europa, la incidencia global alcanza el 6,9 por 1.000 hombres y el 13,1 por 1.000 mujeres, diferencia que se explica debido a que las mujeres, por lo general, tienen una mayor esperanza media de vida.